Android y iOS siempre han tratado de demostrar sus bondades frente a los consumidores y desarrolladores.
La sabiduría popular reinterpretada en la época de la Inteligencia Artificial debería decir que más vale iOS por conocido que Android por conocer.
Al menos, eso dicen los que saben del tema. Los desarrolladores de aplicaciones hoy ven la plataforma de Apple como la más efectiva para una app, sin demeritar el mérito que tiene Android, que es la de mayor audiencia en el mundo.
Desde el punto de vista técnico, la principal característica de Apple es que se encarga directamente de crear el software y el hardware, entonces tiene una compatilibilidad muy fuerte; mientras, en Android, el que modifica y produce el sistema operativo es Google, y el hardware lo desarrollan marcas como Samsung, Motorola, Sony, Huawei, entre otras”, dice Ángel Arce, líder técnico para Sferea, una de las compañías mexicanas líderes en creación de aplicaciones
Esa compatibilidad que presume iOS se traduce en una ventaja que iOS ha sabido exprimir muy bien. Al contar con equipos limitados, el software se genera pensando en el mejor rendimiento y en cómo aprovechar las características de los productos (llámese Laptop, smartphone o tablet).
Para Google, Android y las marcas que se basan en esta plataforma resulta un poco más complejo.
Basta con comparar dos dispositivos, Samsung y Sony, por ejemplo. Cada uno cuenta con una interfaz gráfica distinta y las modificaciones del sistema operativo también deben esperar la adaptación del hardware.
“Crear una aplicación que funcione bien en muchos iPhones es relativamente mucho más sencillo que lograr el mismo efecto en Android, donde la segmentación de los fabricantes provoca que garantizar que la misma aplicación funcione perfectamente en todos los dispositivos se vuelva más complicado”, argumenta Arce.
Sin embargo, no todo es negatividad con Android. El sistema operativo de Google es mucho más económico.
Para desarrollar en Android no tienes que comprar una Mac que puede costar 18 mil pesos –la más barata–; con una computadora Windows se pueden generar aplicaciones móviles”, dice Daniel Peña, otro especialista de Sferea.
Un equipo significativamente más costoso no es lo único que el desarrollador paga para tener una aplicación en la tienda de Apple. El servicio del gigante de Cupertino también solicita un pago de 99 dólares por año para mantener la app disponible.
“iOS también resulta más restrictivo, pues bloquea ciertos componentes y limita las librerías para los desarrolladores; Android, en tanto, al ser libre y gratuito, ofrece la facilidad de numerosos cambios y sólo pide un pago único de 25 dólares para subir cualquier cantidad de aplicaciones a la tienda de Google”, contrasta Peña.
Mientras los desarrolladores se enfocan en las facilidades que permite cada una de las plataformas, los interesados en desarrollar una aplicación deben considerar otro tipo de aspectos, como el target de su producto.
“En el caso de la rentabilidad, tiene que ver con responder a la pregunta ‘¿a quién quieres dirigir la aplicación’”, asegura Alejandro Hernández, director general de Sferea.
Tener un iPhone implica un costo adicional para el usuario. Un teléfono de última generación ronda en los 20 mil o 30 mil pesos, pero si la intención es hacer una aplicación dirigida a la base de la pirámide, entonces tienes que pensar en Android”, explica Hernández.
Esa facilidad económica y la masividad que alcanza Android justifica, en buena medida, la ventaja que tiene la plataforma de Google sobre la de Apple.
De acuerdo con el portal Statista, para el primer trimestre del 2018, Android contaba con 3 millones 800 mil apps disponibles en Google Play, mientras que la Apple Store albergaba dos millones de aplicaciones.
El mismo estudio destaca que lo más buscado dentro de la tienda de Apple es la categoría de juegos, pues representa el 25 por ciento de las descargas de la App Store, categoría que seguirá creciendo en todas las plataformas –empresas como Huawei se han especializado en el desarrollo del rubro–.
Se calcular que los gamers de las aplicaciones impacten de tal forma a la industria de las aplicaciones que, para 2021, este mercado alcance los 105 mil millones de dólares.
Así, sin importar si es iOS o Android, lo cierto es que el universo de las Apps seguirá creciendo y representando una de las industrias de mayor peso en el futuro próximo.
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