Slack ha conseguido traer un nuevo aire al mundo gris de las aplicaciones de oficina. Comenzó como una herramienta para una empresa que desarrollaba un videojuego. El título nunca se lanzó, pero el sistema de chat que crearon para coordinarse ha cambiado la forma en que se colabora. Tras convertirse en el canal de comunicación favorito de las startups de Silicon Valley, pronto pasó a todo tipo de empresas donde ha traído un respiro a la saturación de la bandeja de entrada del correo. Las últimas estimaciones lo valoran en 5.000 millones de dólares. Su fuerza laboral supera los 800 empleados, que dan servicio a más de cinco millones de perfiles activos. Hace cuatro años no existía. Hoy, Google y Microsoft, compiten para evitar que las empresas salgan de sus propuestas.
Durante la segunda jornada de Google Cloud Next, la conferencia del buscador consagrada a sus servicios en la nube, el buscador mostró cómo harán para que sus clientes sigan creando con G Suite, su equivalente a Office, y se escriban con el Gmail corporativo, y se comuniquen entre sí, en tiempo real, sin salir del ecosistema creado por los de Mountain View. Google ha tomado Hangouts, creado para competir con las videoconferencias de Skype, y lo ha dividido en dos: Meet, pensado para llamadas de voz y vídeo, y Chat, muy similar a Slack. Podría decirse que son el espejo de Duo y Allo, pensadas para el mercado de consumo, pero para el mundo profesional.
Chat se centra en la mensajería. Scott Johnston, responsable de Drive, el almacenamiento de Google, explica que superan a Slack en la forma en que cuidan los hilos de conversación, tanto el central como los secundarios a partir de un tema concreto. Será tanto una aplicación para iOS y Android, como una web. Aunque todavía no se puede descargar: “Estamos dando los últimos toques. Tendrá un sabor parecido a la forma de organizar las conversaciones de Gmail”.
Google no se mantiene al margen de la fiebre de los bots, como se denomina a los asistentes virtuales que mantienen conversación online. Van a abrir estos servicios a los desarrolladores para que puedan ofrecer aplicaciones adicionales.
Meet ya tiene la web activa siempre que se tenga una cuenta corporativa hospedada en Google. El directivo promete lo que tantas y tantas aplicaciones, ahorrar tiempo en reuniones: “Vamos a conseguirlo haciendo un mejor uso de la agenda, buscando los huecos adecuados para todos y haciendo seguimiento de reuniones previa”. Otra promesa es su facilidad de uso, hasta 30 personas en una llamada sin que nadie tenga que poner ningún complemento en el navegador y menos exigencias en cuanto a procesador.
El próximo martes Microsoft, hasta ahora amo y señor de la oficina tradicional con el correo de Outlook y Office como aliados, desvelará su propuesta para sumarse a la batalla por la productividad. A su favor cuentan con el gran poder de Windows y el citado Office. Se espera que, además de integrar Skype, ofrezcan Team, como se llama su alternativa a Slack, dentro del contrato que ya tienen con grandes corporaciones. De este modo, al no significar un coste adicional, quieren frenar la migración de usuarios a Slack.
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